Pueden contemplarse en el antecamarín los tres primeros dolores:
- Primer Dolor: La espada de dolor que pronosticó el anciano Simeón a María en el templo (lo que antiguamente se llamaba “Transfixión” de la Virgen, que fue la primera advocación que tuvo junto a la de las Angustias la Hermandad).
- Segundo Dolor: La huída a Egipto, representada en el ángel que se aparece en sueños a San José.
- Tercer Dolor: Junto a ellas aparecen otras escenas, sobre todo de la infancia, como la Adoración de los Magos o la Circuncisión de Jesús, pero también el anuncio de la pasión por Cristo en presencia de su Madre.
La idea de la Pasión domina de tal manera que las representaciones del antecamarín son premonición de las del poscamarín.
En la bóveda, sobre un cielo dorado, angelillos en vuelo portan atributos de la pasión: santo rostro y martillo; cruz; lanza, hisopo de hiel y corona de espinas; linterna e INRI.