Tarde agitada en las inmediaciones de la Basílica. Los acólitos se afanaban en el patio del antiguo hospital en preparar las petalada mientras se engalanaba la calle Puente de la Virgen.
Mientras, en la puerta de las antiguas oficinas se montaba un altar con la Santísima Virgen del Olvido ataviada con manto verde cedida para esta ocasión por nuestro hermano Álvaro Abril.