También en el Paseo del Salón, con la celebración de una misa de campaña cerca del monumento de Colón e Isabel la Católica, se estrenó el último de los mantos del ajuar de la Patrona: el de los Alféreces Provisionales.
Fue en 1940, terminada la dolorosa contienda civil, cuando la Hermandad, que agrupaba a estos oficiales salidos de la academia creada en Cartuja expresamente para este cometido durante la guerra, ofreció este manto en homenaje a los compañeros que habían muerto en el frente y consuelo de sus familiares. De ahí el valor altamente simbólico y emotivo de sus 537 estrellas de seis puntas; bajo cada una de ellas una escueta cenefa da cuenta del apellido del alférez homenajeado.
De gran valor artístico, bordado por las MM. Dominicas, combina la dos improntas conocidas en los mantos de la Patrona: por un lado, el fondo estrellado sobre terciopelo negro, centrado por el escudo de España sostenido por el águila de San Juan, y por otro la amplia cenefa bordada en relieve con elementos vegetales y heráldicos (de la Hermandad y de la Ciudad), éstos en sus extremos.
Se usa para los cultos del mes de septiembre y fue restaurado en 1993 por las MM. Dominicas de la Piedad, siendo expuesto por la Hermandad en el año 2000.